Esto es lo que un matrimonio del municipio salmantino de Vilvestre ha recolectado de dos árboles de 16 años ubicados a orillas del Duero.
Cada árbol da una media de 40 naranjas que tienen un peso aproximado de un kilo, ha explicado Agustina Martín, propietaria de los naranjos."Hemos recogido este año una que pesa un kilo y doscientos gramos".
Estos frutos son un auténtico trofeo que exponen en el bar que regentan.
El secreto, según relata el matrimonio, está en el microclima de la zona de Arribes del Duero y en el abono especial que le echan durante el año y que se conoce como gallinaza.
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